El pollo en adobo es el plato filipino más famoso. Tenemos 7,000 islas en Filipinas, y diferentes islas tienen diferentes formas de hacerlo.
Cuando era pequeña, mi papá cocinaba casi siempre (y lavaba los platos y la ropa; era un gran papá que se quedaba en casa). Mi mamá fue la fuente del sustento: fue maestra durante 22 años y lo combinó con otros negocios como las ventas para ayudarnos más. Para una cultura conservadora como en la que crecí, los roles estaban totalmente invertidos.
Me fui a vivir a Estados Unidos a los 17 años y viví con mi mamá en San Francisco. Mi papá falleció antes de que saliéramos de Filipinas, así que ella aprendió a cocinar todo lo que él cocinaba. Cuatro años después, me mudé a Nueva York sola. El primer mes, un frío marzo de 2005, sentí mucha nostalgia, lo que más anhelaba era algo hogareño y acogedor. Recuerdo haber llamado a mi mamá para decirle: “¡Me muero de ganas de que me cocines!”. Ella muy diligente me dijo cómo cocinar pollo en adobo por teléfono, y una vez que lo aprendí, pensé: ¿así de simple es?
Nunca en mi vida había cocinado nada excepto agua hirviendo para hacer pasta o freír un huevo. Después de esa lección de mi mamá, comencé a experimentar con tortillas porque puedes mezclar y combinar muchas cosas diferentes. Desde el principio el concepto fue: ¿Qué puedo hacer que no necesariamente tenga que seguir una receta estricta? A medida que avanzaba, me di cuenta de que todo se trata de entender las bases. La cocina filipina generalmente comienza salteando ajo y cebolla, ajo y jengibre o una combinación de los tres. Luego lo agregas salsa de pescado, salsa de soya, vinagre o incluso salsa de tomate. Apenas aprendí esas ideas básicas me di cuenta de que verdad podía hacer esto.
Comencé a compartir mi adobo de pollo con vecinos y amigos. Una o dos colombinas de pollo con arroz blanco es algo muy fácil de cocinar, y me encantó hacerlo. Cocinar en casa se siente muy bien en momentos como este porque puedes hacer mucho y así te queda para comer luego o para hacer calentados. Tener opciones es especialmente importante ahora que la mayoría de nosotros estamos refugiados en el hogar. Si uno no tiene uno de los ingredientes y no puede ir a la tienda, simplemente hay que cambiarlo por otra cosa.
Quizás el restaurante filipino más famoso de Nueva York es un lugar llamado Jeepney. Los filipinos que viven en Estados Unidos son, en muchos sentidos, la segunda población más grande de asiáticoamericanos (después de los chinos), pero nuestras culturas alimentarias hasta hace poco captaron el interés de un público más amplio. En los últimos años, Jeepney abrió el camino para cocinar comida filipina sin complejos y proporcionar un centro cultural para los jóvenes filipinos estadounidenses.
La fiesta que me hicieron cuando fui Playmate de agosto de 2019 fue allí. Reprodujeron en tamaño real una de mis fotos y la colgaron en la parte delantera del restaurante. Es mi segundo hogar, obviamente.
Cuando la tragedia de COVID-19 comenzó el mes pasado, contacté al propietario, que es un querido amigo mío, y le pregunté qué podía hacer para ayudar. Creamos un video de recaudación de fondos para ayudar a los empleados y vender comida. ¡Acabo de ver que ahora están haciendo domicilios!
Bueno, aquí va mi receta:
INGREDIENTES
2 cucharadas de aceite de coco (se puede reemplazar por otro aceite vegetal)
6 dientes de ajo machacados
½ cebolla roja o blanca mediana
10 colombinas de pollo
¾ taza de salsa de soya
½ taza de vinagre (blanco, manzana o vinagre de coco)
½ taza de caldo de pollo o agua
6 hojas de laurel
Pimienta negra molida al gusto (cuanto más picante, mejor)
2 cucharadas de jugo de limón (mejor si es limón fresco)
PASOS
- Caliente el aceite de coco en un wok o sartén grande.
- Saltee el ajo y la cebolla hasta que estén dorados.
- Agregue el pollo y dore por ambos lados.
- Agregue la salsa de soya, el vinagre, el caldo/agua, las hojas de laurel y la pimienta.
- Cocine a fuego medio durante unos 10 minutos.
- Revuelva, luego reduzca el fuego a bajo y cocine a fuego lento otros 15 minutos o hasta que el pollo esté cocido.
- Servir con arroz blanco.
Este plato dura en la nevera y yo diría que en realidad mejora con el tiempo a medida que el adobo se filtra. (¡A veces lo como hasta a los dos días!) También a veces desmenuzo el pollo y lo agrego a la sopa o ensalada.
Ver esta publicación en Instagram
Thank You for watching my @Playboy Live Cooking Class #StayHome ?
Una publicación compartida de Geena Rocero (@geenarocero) el