Steve Driver y Tom Wong eran dos amigos en busca de dinero, fama, poder y amor, por eso pensaron que la manera más fácil para conseguir esto era siendo actores porno. Y tú, ¿lo has considerado en algún momento?
El director de cine Lucas Heyne quiso retratar una cara muy complicada de la industria del porno en su nueva película MOPE. En inglés, específicamente en la industria del cine para adultos, MOPE es un término peyorativo que se usa para referirse a los actores que hacen de extras mientras esperan su gran momento para brillar como estrellas, pero nunca lo lograrán, ya sea por falta de talento o de tamaño (y no hablo de estatura). El gran problema es que nadie se los dice. Muchos de estos hombres, extras de películas porno, actúan a cambio de estadía, comida o un pago muy bajo, un caso muy parecido al problema con el porno interracial. Esta cinta, además de retratar la realidad de los estudios clandestinos de pornografía, se enfoca en la historia real de dos amigos que entran a esta industria con la ilusión de volverse famosos y ricos, una ilusión que acabó matándolos.
Heyne no solo visitó muchos estudios de pornografía para hacer su película y entender el ambiente que allí se vive, sino que grabó en ellos muchas de las escenas de MOPE. El director contó con la participación de muchos de estos actores que además conocieron y trabajaron con Steve y Tom. En una entrevista con PLAYBOY Estados Unidos, Heyne cuenta que los actores mope o de “baja gama” son tratados de manera despectiva, pero ellos no lo notan. También explica que trató de retratar la realidad de esta industria tal cual es, tal cual la vivieron Steve y Tom.
La película que se estrenó en la sección de media noche del Sundance Film Festival 2019, cuenta cómo estos dos amigos tomaron la decisión de ser parte de la industria porno y fueron juntos a su primer casting. Ahí se dieron cuenta de que nada era como lo habían pensado y que habían caído en el camino mope. Steve terminó viviendo en un set de grabación, pero cuando la productora quiso desistir de su actuación le dio un tiempo límite para que se fuera. Quizás esto desencadenó su furia y el sangriento final del Chris Tucker (Steve Driver) y el Jackie Chan (Tom wong) del porno, como se hacían llamar.
El director cuenta que muchos espectadores salen con pánico después de ver MOPE, pues tiene muchas escenas que parecen rudas, pero explica que así no lo sienten los actores: “para ellos es una buena experiencia, es difícil que alguna gente lo entienda, pero si hablas con ellos tienen una perspectiva muy clara del asunto. Una de las cosas que aprendí es que hay gente a la que le gustan o le excitan cosas inusuales y eso está muy bien, es su elección como adultos”, concluyó. El caso de Steve y Tom hace que la industria se vea más tenebrosa en la película, pero es por ese caso en específico, no porque la industria sea así. Steve terminó asesinando a Tom pero no por ser actor porno. Según Heyne “Steve habría podido trabajar en lo que fuera e igual iba a terminar en las mismas, tenía problemas psicológicos”, aclara él y añade que hay muchos actores porno que llevan un vida muy normal.
Esta es la primera vez que este director trabaja una película de cine adulto, y entiende que no hay diferencia en ser un director de cine adulto o de cine tradicional: “todos venimos con una idea creativa y la queremos reflejar en el arte…igual que en el cine tradicional, hay público para todo y no a todos les gusta lo mismo”. Por otro lado, aclara que su producción no es una crítica a la pornografía, pues él también la consume y asegura que cualquier ser humano con internet a su alcance también lo hace, por lo que califica esto como un servicio público, ya que a todos les gusta. Heyne solo quiso hacer esta película lo más real posible para ser justo con la historia de estos dos mopes.