Para celebrar el mes de la diversidad sexual en Playboy, quisimos hacer una suerte de diccionario con los términos más importantes a la hora de hablar de diversidad sexual y de género. En la primera entrega ahondamos en la diferencia entre el sexo, el género, la identidad de género y la orientación sexual, posteriormente aclaramos el significado de las letras que componen la sigla LGTB.
En la segunda entrega ampliamos la sigla LGTB, hablando de las letras que se han ido agregando como la Q (de queer), la I (de intersexual), y la A (de asexual), que por lo general se engloban con el signo “+”. También aclaramos la contraparte de lo queer, que sería lo cis, y la heteronormatividad.
Sabiendo que nos quedaban algunas por fuera, hoy hacemos una tercera entrega hablando de otras palabras que, si bien escuchamos a diario (o vemos en los medios), no tenemos tan claras. Incluso podemos llegar a confundirlas porque “parecen lo mismo”, pero en esencia son distintas.
A saber:
Drag: hace referencia a una representación artística que, generalmente, tiene el propósito de entretener en un acto dramático y exagerado. Las personas que hacen drag se presentan con el género opuesto al que se identifican, aunque eso no significa que los artistas drag se presenten con un género distinto al suyo en todas las presentaciones. Así, un hombre que se viste, que baila y canta como una mujer en el escenario es un drag queen, y si es una mujer la que hace lo contrario se llama drag king.
Androgino/Androgino: diferente a androgEno (hormona que provoca las características asociadas al sexo masculino, como la barba, la voz gruesa) y a la intersexualidad, androgino/a es el término que se utiliza para describir a aquellas personas que tienen un aspecto físico indefinible entre los atributos físicos de los hombres o de las mujeres. Sus rasgos físicos son ambiguos y no son fáciles de encasillar en los que serían femeninos o masculinos.
Ahora, una persona pansexual es aquella que siente atracción por otras personas independientemente de su identidad de género, expresión de género u orientación sexual. Es decir que puede tener relaciones con mujeres y hombres trans, bisexuales, homosexuales, o cisgénero. Esto no quiere decir que les atraiga todo el mundo, simplemente no ven la orientación sexual de otra persona ni la identidad de género como algo importante a la hora de relacionarse.
Por último, está la heteroflexibilidad, diferenciada de la bisexualidad o de la etapa bicuriosa. De acuerdo con Ritch C. Savins Williams, autor del libro Mostly Straight: Sexual Fluidity Among Men, la heteroflexibilidad es la orientación sexual entre la heterosexualidad y la bisexualidad. Para él, estas personas “aceptan la ambigüedad sexual en vez de encasillarse en una sola identidad”. En otras palabras, son hombres y mujeres a los que les atraen principalmente las personas del sexo opuesto, pero también sienten “un deseo ligero —y persistente— hacia los del mismo sexo”. Sobre esta orientación incurrimos más a fondo en un artículo diferente, pues aún es problemática. Ya que se dice que son personas en el closet o en una etapa de exploración.
Con el tiempo la cuestión se abre a dos caminos: definir o no definir. Cada uno tiene la opción de informarse, de buscar, de encontrar, pero también tiene la opción de fluir, de intercambiar, de mudar. Nuestra tarea, seguirá siendo abrir el espacio para que todo esto suceda. En la cuarta y última entrega hablaremos del Pride, el orgullo gay, y de la importancia de la interseccionalidad.