Como toda una fan de los cómics, la cartagenera Valeria De La Espriella, más conocida en Internet como Valeria DeBotas, principalmente debe su apodo a las superheroínas que tenían las botas bien puestas, como la Mujer Maravilla. Pero el ‘DeBotas’ también tiene otros dos significados: es un homenaje a Nancy Sinatra y su exitosa canción These Boots Are Made for Walkin’, y una burla al rol de devoción y sumisión que la sociedad nos ha impuesto a las mujeres.
El blog que cambió el rumbo de su vida surgió hace casi 10 años “no por casualidad sino por causalidad”, como dice ella. Tras una tusa decidió asistir a terapia y allí se dio cuenta de que tenía problemas de autoestima. Como proceso de catarsis y de sanación, comenzó a escribir sus experiencias y sus pensamientos, hasta que llegó un punto en el que tenía tantos escritos que se dijo a sí misma “yo debería montar un blog”. Así nació Solteras DeBotas, que más que una especie de diario, se ha convertido en una comunidad compuesta en su mayoría por mujeres.
Gracias a su página web, Valeria ha logrado escribir en El Espectador y en la revista Cromos, ha dado charlas motivacionales para mujeres, imparte talleres y tiene un podcast llamado Mujeres DeBotas.
Publicista de profesión, hace aproximadamente tres años decidió dejar la vida de oficina para dedicarse de lleno a la escritura, el coaching y la sexología, todo desde un enfoque feminista. Cuenta que en el futuro desea seguir escribiendo y quiere crear una “escuela del amor donde las personas aprendan a amarse y más adelante puede aprender a amar bien y bonito”.
El año pasado publicó su libro Manual para Solteras DeBotas, donde recopila varias de sus entradas y columnas más populares, y las combina con actividades manuales y de escritura que hacen que la lectura se convierta en algo más íntimo y personal.
Valeria es una mujer poderosa, que transmite seguridad con cada una de sus palabras y en esta conversación que tuvimos (llena de risas) hablamos sobre su manual, los roles de género y el amor propio.
Manual para Solteras DeBotas es un libro que invita al lector a interactuar con él más allá de la lectura, ¿por qué decidiste hacerlo de esta manera?
Porque soy coach y porque, a pesar de que soy muy digital, también soy vintage. Me gusta mucho el tema manual porque cuando tú trabajas a mano, ya sea que escribas o dibujes, mueves algunas áreas de tu cerebro que no se trabajan cuando tú estás digitando. Hacer este tipo de actividades manuales te ayudan a estar presente en el aquí y ahora. El libro fue concebido para que fuera una herramienta de bienestar, por eso te hace preguntas, te invita a que escribas, a que hagas ejercicios de escritura terapéutica y las portadas son para que tú las colorees. Quiero que al final el libro sea de cada persona, que sea su propio manual, es decir, es su libro de trabajo. Me gusta que lo vuelvan nada porque esa es la idea.
¿Qué tanta acogida ha tenido el libro?
Me ha ido bien. Yo creo que los libros de autoayuda se mueven, así mucha gente diga "qué pereza los libros de autoayuda". La gente quiere ser feliz pero muchas veces no sabe cómo hacerlo ni cómo encontrar el equilibrio en diferentes aspectos de su vida, por eso los libros de autoayuda gustan. Yo hablo de una manera muy fácil, cero cosas técnicas, cero cosas académicas, que sean los que sean fáciles de entender y sobre todo que la gente se sienta identificada, que sienta que está hablando con una amiga. No es generar distancia sino una cercanía. Es un libro interactivo y hay cosas que te ponen a reflexionar, pero hay cosas que te mueres de la risa.
.
“El amor propio es un acto político porque en un mundo donde te están diciendo que lo que tú haces nunca será suficiente, amarse es revolucionario”.
.
¿Qué crees necesario para que una persona supere sus inseguridades o, al menos, aprenda a vivir con ellas?
Si bien la autoestima es un proceso muy personal y es responsabilidad de cada quien, lo externo y la sociedad también influyen. Siempre nos falta el centavo para el peso y eso va generando un montón de inseguridades. Por eso hay que trabajar el tema de la autoestima y, para mí, el amor propio es un acto político porque en un mundo donde te están diciendo que lo que tú haces nunca será suficiente, amarse es revolucionario.
Para amarse hay que entender que no podemos cambiar ciertas cosas externas del mundo exterior, pero si somos conscientes de nuestros pensamientos, palabras y acciones, vamos a poder controlar un poquito el influjo de afuera. También es bien importante rodearnos de personas que vibren igual a nosotros, que nos apoyen y digan cosas que construyan, no que destruyan.
¿Cómo deconstruir ese concepto de amor romántico que tanto nos ha dañado la vida y las relaciones?
Así como fue algo que la sociedad construyó y ha ido reforzando, nosotras también tenemos el poder de deconstruirlo. Los mitos románticos se dividen en varias categorías:
Una es el tema de la media naranja. Es pensar que necesitas a alguien para poder ser feliz o para poder construir felicidad. Si uno está buscando una relación desde la carencia y no desde la abundancia, ahí ya empezamos mal. En la medida en que nosotros analicemos qué cosas debemos sanar y entendamos nuestro propósito en el mundo, cuando elijamos a una pareja será por querer y no por necesidad. Lo afectivo es importante pero no va a ser lo único en el mundo.
El otro mito romántico es creer que el amor todo lo puede y es absoluto. Tú puedes querer mucho a alguien pero tu amor no va a ser suficiente para que esa persona cambie, ¿por qué? Porque cada persona tiene un proceso emocional y de crecimiento, tú no puedes interferir.
Otro mito muy fuerte es el "vivieron felices" o “cuando el amor es verdadero, dura para toda la vida”. Si estás con alguien, fue una cosa muy linda pero luego se vuelve horrible y tienes que separarte, vas a sufrir un montón porque tú pensabas que era para toda la vida. Pero si empezamos a entender que la vida es un ciclo, vamos a comprender que las personas funcionamos igual.
.
“Lo externo puede cambiar, pero si nos tenemos a nosotros mismos, vamos a tener algo a lo que aferrarnos mientras el mundo está muy loco”.
.
¿Cómo identificar una relación tóxica?
Cuando es más el tiempo que pasas discutiendo con esa persona, hay faltas de respeto, chantaje emocional y celos que son patológicos. Cuando empieza a haber un control, no hay libertad y no hay crecimiento personal.
¿Qué le recomendarías a una persona que está dentro de una relación tóxica?
En esta sociedad hemos normalizado lo tóxico. Lo raro es una relación sana. Tendemos a elegir ciertas personas que no nos hacen bien porque pensamos que el drama es emocionante pero no entendemos que estamos entrando en un ciclo. El ciclo de la pelea, la luna de miel, la reconciliación, luego una fase donde las cosas otra vez se ponen tensas, y así seguimos. Es un proceso el empezar a entender que el amor es una construcción y que en la medida en que nosotros podamos construir una mejor forma, vamos a sufrir menos.
¿De qué manera podemos romper los roles de género que nos ha impuesto la sociedad?
Los hombres siempre han tenido más libertad para desenvolverse, mientras que un perro es tratado como el más teso, una mujer con muchas parejas sexuales ya es ninfómana, loba y promiscua. Yo digo que cada mujer viva su vida como quiere, obviamente siempre desde el autocuidado. No debería estar mal que una mujer pueda decir lo que siente. El mundo es de las personas valientes y yo espero que algún día el mundo pueda cambiar y que el valor de la mujer no dependa de su vida sexual. Si somos muchas valientes las que nos juntamos, podemos hacer un cambio.
¿Cómo reconciliarnos con nosotros mismos en todo nivel?
Es bien difícil. Es un trabajo para toda la vida. En la medida en que nosotros nos aceptemos, no vamos a estar en guerra. Muchas de las cosas que nos pasan y por las que más sufrimos, es por la manera como nos tratamos. Todo el tiempo nos estamos juzgando. Cuando empecemos a aceptar nuestros pensamientos, nuestros sentimientos y nuestro físico, vamos a sufrir menos.
Aceptarse no quiere decir ser conformista. Aceptarse es fluir. Siempre debemos elegirnos a nosotros, permitirnos sentir emociones y cometer errores. También pedirnos perdón porque a veces perdonamos más fácil a otras personas que a nosotros mismos.
En la manera en que seamos más conscientes de aquellos pensamientos con qué alimentamos nuestra mente o lo que elegimos darle fuerza, vamos a ser más felices y vamos a querernos. Cuidar los pensamientos es bien importante y empezar a aceptarnos. Lo externo como el cuerpo, las parejas y las amistades, puede cambiar, pero si nos tenemos a nosotros mismos, vamos a tener algo a lo que aferrarnos mientras el mundo está muy loco.